El cuidado del viñedo se hace siguiendo un método que combina el análisis de los suelos y subsuelos, de los limbos al principio de la brotación y de las bayas durante el envero. El tratamiento específico de cada parcela permite armonizar los equilibrios
Jesús Velilla, quién procede de una familia de viticultores de Lapuebla de Labarca, se encarga de las labores vitícolas hasta la vendimia en cajas. La elaboración del vino se hace en una bodega alquilada para estos menesteres, en cubas de tamaño pequeño que se adaptan a la gestión individualizada de las distintas parcelas de la viña.
Después del despalillado, se lleva a cabo la fermentación alcohólica controlando la temperatura hasta alcanzar los 28°, haciendo remontados diarios y varios “délestages” al final del ciclo. A continuación, se vierte el vino en barricas de roble francés, donde realiza la fermentación maloláctica y su crianza, con trasiegas manuales de barrica a barrica mediante el falsete.
Con una enología a la espalda de auténtica altura. Dirigida por Jesús de Madrazo que tras sus 22 años como enólogo y embajador de Viñedos de CONTINO se íntegro a partir del pasado 2 de octubre del 2017 en este proyecto para aportar su talento y su filosofía de elaboración de vinos equilibrados, armoniosos y que reflejan el terroir de la subzona alavesa.